Había llegado a la Escuela de medicina de la Universidad de Florida, en Gainesville, con una beca del National Institute of Health de EEUU. A mediados de la década de los sesenta para formarme como nefrólogo infantil, después de a ver terminado mi residencia de Pediatría en Cleveland, Ohio.
Dentro del programa, tenía que hacer un trabajo de investigación, acerca del desarrollo funcional del riñón del lactante menor, y usé como modelo experimental los riñones de cerditos recién nacidos, lo que me permitió tener acceso a animales del vivero para la investigación de la Universidad de Florida.
Allí, en Gainesville, me hice amigo de otros miembros de la Facultad que trabajaban en el Departamento de Fisiología, los que como yo, éramos fanáticos del futbol americano y no nos perdíamos partido del equipo de la universidad, los “Florida Gators” (“cocodrilos de Florida”)
Cuando llegué, ellos estaban bastante amargados por el mal rendimiento del equipo de la universidad, y decían que se agotaban mucho por la deshidratación que presentaban durante el partido.
Teníamos una idea de qué hacer, pero había que experimentarlo, yo ofrecí los cerdos del vivero para la experimentación
Como resultado de los experimentos, preparamos un líquido especial para la deshidratación rápida, que era una mezcla de sales y azúcares, y la llevamos al estadio para que la probaran; pero muchos la rechazaron por el sabor, e incluso algunos, hasta vomitaron.
Una vez solucionado el problema del sabor, el equipo comenzó a ingerir el líquido en el entretiempo, y comenzó a repuntar hasta llegar a los primeros lugares de la tabla de posiciones
Los periodistas que iban a los encuentros (en EEUU el futbol universitario es casi tan popular como el futbol profesional), se comenzaron a dar cuenta de los bidones que llevábamos al estadio, y comentaban “ahora los jugadores están tomando el líquido que “ayuda a los cocodrilos” (GATORADE en inglés)
Así fue como los periodistas pusieron el nombre a la futura bebida, la que fue requerida por equipos de otras universidades y luego por equipos profesionales.
En ese momento, los directivos de la universidad se dieron cuenta del valor comercial de la bebida y la patentaron con el nombre de GATORADE, que es como se conoce en la actualidad. La patente fue vendida a la Quaker Corporation que la comercializó en EEUU. Y posteriormente en el resto del mundo
Ahora, si ven algún partido de futbol americano por televisión, podrán ver los galones de GATORADE al borde de la cancha.
Dr. MARIO MITNIK